...corría el año 93 asumí como concejal por el MODIN en el HCD de San Martín, por esos días, Massa llevaba la valija del concejal Keck de Graciela Caamaño.
Katopodis, la valija de corredor de seguros y secundaba al concejal Scuzarello. ambos surgirían con De la Rua, pero cuando el 2001, se hicieron los distraídos y nunca se fueron, ya tenían, luego del surgimiento de los kirchner en la convencional del 94, la cola del barrilete, para colgar su magras aptitudes políticas, pero su afán de poder recaudar para arcas propias.
Ahí comenzaba el esquema de encerrona hasta nuestros días.
Todos segundones apetentes, que se deslizaron entre las grietas del sistema, con habilidad de piratas del asfalto, entrenados por su inferioridad de zapatos desgastados y estómagos vacíos, con que ingresaron a la política, pero hoy son todos oligarcas.
Convengamos que el carapintadismo había dado una impronta de rebeldía, un discurso de centro, que luego Massa intentaria reeditar copiando sus slogans con la avenida del medio, el justo medio, entre otros.
Tambíen intentaria reeditar un Rico desteñido, con sus gritos de "carapintada de las inferiores"
El transversalismo ideado en dicha fuerza política tambien fue copiado por un Néstor Kirchner, que se rodeaba de asesores de carapintadas, como Alejandro Battaglia militante de mi agrupación, quien fue el primero en mover politicamente a san martin a un Néstor que preparaba su actuación, para ir construyendo ése personaje rebelde y revolucionario, que naufragaría en sus apetencias de codicia, un "Riquito" que cartoneaba posturas y gestos patrióticos.
Votar en defensa propia, La patria es el otro, Rico la única solución, este último, que hoy usa Milei y tantos otros, que tapizaron con carapintadismo, sus pobres y falsos proyectos.
Hoy tenemos a su exponente civil más representativo, gritando y gesticulado como si se hallara en las puertas de un cuartel, pero uniformado por el sionismo, el señor Milei y una Bullrich, que aunque disfrazada de gendarme o versión de Rico femenina, no puede ocultar la etiqueta de Made in Israel.
Todas rémoras que se adhieren fuertemente, gracias a un disco vacío en sus cabezas, a otros pensantes, para ahorrar esfuerzo en sus desplazamientos y alimentarse de ideas que nunca tendrán.
Fulleros. Han interpretado a la política como un juego diabólico, donde la oscuridad les da el marco justo para las trampas y la simulación.
Andrajos, que hambrean a pueblos inocentes, convencidos que nadie percibe sus almas oscuras.
Borcegos desechados del carapintadismo.
Allia Hakima Abraham
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