La nueva Ley Antitabaco genera menor ansiedad por el cigarrillo. Ya hay quienes aseguran que la medida es más saludable que perjudicial.
Los fumadores argentinos podrían transformarse en una especie próxima a extinguirse. Es que la medida tomada por el Gobierno de la Ciudad de prohibir que se fume en todos los ámbitos públicos y cerrados, como bares, restaurantes, shoppings y lugares de trabajo, genera que los clientes no sientan ganas de salir todo el tiempo a fumar al aire libre. Pero para los fumadores, este proyecto puede resultar aún más angustiante, ya que dispone la prohibición de habilitar áreas especiales para fumar.
La Ley prohíbe habilitar salas de fumadores en ésta clase de locales, por encontrarse ubicados en el interior de centros de trabajo.
A los fumadores desobedientes no se los castigará. Sí se multará a los responsables de los lugares en los que se prendió ese cigarrillo.
Existen bares y restaurantes que han “poblado” las veredas con mesas y sillas con motivo de no perder a aquellos clientes habitúes del lugar, es decir, no perder dinero. Apuestan a invertir en habilitar las veredas para contrarrestar las pérdidas en lo que va del tiempo transcurrido desde que se implementó la Ley.
Dueños de bares notables como Café Tortoni o Chiquilín, de gran concurrencia turística y local, aseguran que, si bien hay clientes que han dejado de ir, hay quienes no lo hacen y, en cambio, optan por “abandonar” definitiva o temporalmente el cigarrillo; afirman que en diálogo con ellos, no les fue difícil dejarlo. Aseguran que, en lugar de fumar diez cigarrillos por día, ahora fuman cinco. Es el caso de Claudio Candia, dueño de Bologna Tango Show (Av. Jonte y Segurola, Devoto), uno de los lugares más concurridos por el ambiente tanguero, últimamente reconocido como uno de los bares que más ha perdido económicamente.
Claudio, reconoce haber dejado de fumar dos atados de cigarrillos por día como lo hacía habitualmente antes de que se implementara la Ley. También afirma que la prohibición de fumar dentro del local, le generó importantes pérdidas de dinero por lo que tuvo que invertir en “habilitar” las veredas para no perder a sus clientes de siempre y atraer otro tipo de clientela, la no fumadora. Con muebles directo de fábrica comprados en el partido de Tigre, vistió el exterior del lugar de manera que atrajo más público. Él mismo se sorprende y asegura “No puedo creer que el dinero que perdí lo haya recuperado en tan poco tiempo”. No sólo no perdió clientes sino que ganó más adeptos que se suman al proyecto, aquellos que no concurrían porque les molestaba el humo del cigarrillo.
Otro caso es el de Claudia Rossi, dueña del bar concert Bien Bohemio, ubicado en Sánchez de Loria 745. Asegura haber visto a clientes habitúes del lugar que, en algún momento fueron adictos al cigarrillo, hoy dejarlo por completo. Bien Bohemio tiene la particularidad de ser un lugar concurrido por los jóvenes con algún interés artístico, por lo que en ese ambiente el cigarrillo es algo normal y aceptable, pero en este caso la Ley benefició no sólo al lugar, ya que, Claudia dice que la prohibición no le generó ningún tipo de pérdidas, sino que también logró la aceptación de otra gente.
A muchos, esta Ley los benefició y a otros, no les quedó más remedio que gastar sus ahorros en “habilitar” temporalmente las veredas y los que no lo hicieron en forma legal, pagaron multas, y muy altas.
Lo que se destaca de la nueva norma es querer abordar la lucha contra el tabaquismo de un modo global, por lo que su entrada en vigor supondrá un cambio sustancial en el día a día de la sociedad, en especial al limitar fumar en un número muy importante de lugares cerrados (no así en espacios al aire libre).
El objetivo de la Ley es lograr que en la Argentina baje de una buena vez la cantidad de fumadores: según cifras oficiales, en el país mueren 40.000 personas al año a causa del cigarrillo. De esa cantidad, 6.000 son fumadores pasivos.
No sólo los que concurren diariamente a bares y restaurantes son los que por voluntad propia, o quizás, impulsados y motivados por la prohibición de fumar en lugares públicos, han abandonado el cigarrillo. Personas ajenas a concurrirlos han tomado la decisión de comenzar a dejar de a poco el vicio, a algunos les resultará fácil y a otros no, pero en algún momento, cuando noten lo perjudicial que es a la salud, harán lo correcto.
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