No es necesario, continuar con el debate político, ni el análisis del cuadro de situación, sobre lo que ocurre en nuestra nación.
Hemos agotado las palabras, las definiciones sobre la conducta de los traidores, los que están debidamente identificados, para que Dios y la Patria los demanden.
Razón por la cual, agotadas las instancias de reclamos, protestas, denuncias, posturas de todo tipo, para visibilizar la entrega de nuestra soberanía, humanidad y recursos, no cabe más que tomar acción.
Fuimos llevados al límite de nuestras fuerzas morales, las que ya no resisten tanto atropello y desquicio.
Nos redujeron a una trinchera de cobardes, que se ocultan de la realidad, después de haber derribado nuestro Dios verdadero.
Pretender que no somos humanos, ni humanistas, que no tenemos un orden, un estado, que no hay Dios, que vale todo, hasta la venta de nuestros hijos, nos ha desbordado.
Han hecho creer, que el camino de la oscuridad es el único posible, manipulando valores, situaciones, circunstancias, con el ejercicio, lingüístico, de sus bífidas lenguas.
La creencia que "el poder", es el autoritarismo represivo, o tener un cargo, en la calesita del cotillón llamado gobierno, nos deja absortos, como vacas mirando el tren.
Pero no somos vacas, ni conejos, ni ratas, ni ovejas, ni miserables, arrojados como Job, a comer de la basura, que ellos preparan en decorosos platos.
El poder, es tu dignidad, tu verdad, tu familia, tu hogar, tus hijos, tus abuelos, tu educación, tu integridad, tu corazón y alma. Tu pequeño estado, donde cada encuentro, es una celebración litúrgica.
El poder es tu aporte, que recibe el estado, cual Limosnería Apostólica, para distribuir entre todos los que comen del gran plato, sucesores y servidores de la injusticia y desigualdad.
Pero, siembran la esperanza, al ateo del Dios verdadero, que agoniza, que espera una rama en el naufragio, de su propia ceguera, de su propia inacción.
Nosotros, los que somos, estamos convencidos completamente, mente completa, que seremos ese punto, donde la historia, se comenzará a escribir de otra manera y siempre
como humanos.
Quizá te preguntes, donde está Dios, cuando no puedes curar tu salud, o la de tus hijos, o cuando te llegue el desahucio, para vivir entre cartones, en medio de la calle, o dónde están los sucesores de Pedro o el representante de Dios en la tierra, ok, está con ellos, para hacerte padecer, por tus pecados.
El pecado de continuar dormido.
Mabel Pappano Ferreyra Abraham
Argentina semita
Todos los derechos reservados.
En mi distrito, San Martín, a los 16 días del mes de julio, de 2024.-
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