La operación en Idlib, controlada por grupos armados opuestos a Bashar Asad, ha sido cancelada. Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, llegaron a un acuerdo que supone la creación de una zona desmilitarizada en esta provincia siria.
"Hay que actuar con prudencia, y esto es precisamente lo que están haciendo Moscú y Ankara al llegar a un acuerdo. Se puede sacar músculo, pero siempre es mejor tomar decisiones racionales. Hay que tener en mente que todos los habitantes de Idlib, casi tres millones de personas, son virtualmente presos", señaló.
El mayor problema con Idlib sigue presente. Una parte considerable del área es un enclave terrorista controlado por Tahrir al Sham, heredero del Frente al Nusra —grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países—.

©
AP Photo / APTV
"Asad ganó y EEUU debe irse de Siria"
Este enfoque salvará muchas vidas, si bien la operación puede prolongarse en el tiempo.
"El acuerdo ruso-turco es clave para garantizar la paz en Siria"
Cabeza fría
Entretanto, la introducción de la zona desmilitarizada beneficia a ambas partes, indicó el experto. Las tropas gubernamentales y las fuerzas rebeldes —moderadas— se retirarán de la línea de separación, mientras que los denominados puestos de observación de Rusia y Turquía seguirán en su lugar.
©
Sputnik / Mikhail Klimentiev
"Occidente tendrá difícil criticar la jugada de Rusia y Turquía en Idlib"
En situaciones como esta, no obstante, nunca se puede estar 100% seguro de quién saldrá victorioso en una confrontación a gran escala, planteó Taimour Dwidar.
Idlib es una provincia que cuenta con una concentración enorme de individuos armados. Según varias fuentes, su número puede alcanzar los 100.000. De estos, cerca de 10.000 son miembros del Frente al Nusra, un grupo terrorista que logró hacerse con las riendas de una gran cantidad de pequeñas agrupaciones armadas, dando inicio así a Tahrir al Sham.
No hay comentarios:
Publicar un comentario