23 y 24 de septiembre de 1992. El día negro que se entregó el patrimonio nacional. Actores que subsisten y se postulan



"Afortunadamete los kirchner tomaron nuestras ideas y espero que sigan adelante" Ahora hay que ir por estatizar YPF, y despues falta federalismo y autarquía municipal. Aldo Rico

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De aquella privatización, a esta expropiación

 Cómo fue el trámite legislativo que acompañó el traspaso a manos privadas de la petrolera estatal allá por 1992. Quienes votaron la ley. Los protagonistas que se repiten


19 de abril de 2012
Cada año parlamentario es recordado por algo en particular. Sobre el período legislativo del 92 no puede haber dudas: se lo rememora como el de los grandes escándalos. Todo el estupor que produjo en el mes de marzo la presencia del “diputrucho” en el recinto de Diputados, cuando se votaba -con quórum irregularmente conseguido- la venta de las redes de gas, quedó groseramente empequeñecido frente al tamaño de las acusaciones que lanzó el entonces diputado catamarqueño Luis Saadi, quien aludió a supuestas coimas, con pagos millonarios en dólares, para que el Parlamento sancionara otra de las leyes fundamentales en el marco de la reconversión económica que propulsaba el Gobierno de Carlos Menem, como la que transfiere la mayor parte de los activos de YPF.

Uno de los párrafos de la denuncia del diputado Saadi decía: “Estoy en contra de la forma en que se quiere implementar la privatización de YPF. Podría decir muchas cosas. En los corrillos de la Cámara de Diputados se dice que algunos legisladores han recibido un adelanto -una coima- de tres millones de dólares y que recibirían cinco millones más cuando se apruebe la ley”. Esta frase lapidaria cayó como un a bomba neutrónica en el recinto de la Cámara baja.

Con este rumor sobrevolando el Congreso de la Nación se postergó dos semanas más la aprobación de la privatización de YPF. Ese día los diputados radicales lucieron en sus solapas cintas argentinas con otra cinta de color negro, en rechazo “a la entrega del patrimonio nacional”, según definió ante los periodistas el entonces jefe de la bancada, Fernando de la Rúa. Pero lo más llamativo de esa jornada fue la vestimenta del diputado de la UCR de Santa Cruz Héctor Di Tullio, quien concurrió al Salón de Pasos Perdidos con una bandera argentina cruzada por crespones negros.

La sesión

Pese a la oposición de la bancada radical y de otras fuerzas minoritarias, el menemismo logró con gran esfuerzo reunir el quórum necesario para la sesión en la que se aprobó la privatización de YPF, durante la sesión que se extendió los días 23 y 24 de septiembre de 1992. Eso sí, el quórum se alcanzó con notorias ausencias de diputados del PJ, como Graciela Camaño, Humberto Romero, Rafael Flores, Ramón y Luis Saadi, Miguel Ferradás, Francisco Toto, Víctor Sodero Nievas, Roberto Fernández y Dante Camaño.

En el momento de la votación se encontraban presentes 131 diputados, de los cuales 120 votaron por la afirmativa y 10 por la negativa.

De aquella composición legislativa solamente cuatro ocupan hoy una banca: Felipe Solá, Eduardo Amadeo y Jorge Yoma, quienes votaron por la privatización de YPF, y Graciela Camaño.

Entre los 120 votos afirmativos figuraron los de Jorge Aguado, Alvaro Alsogaray, el hoy embajador en Estados Unidos Jorge Argüello, César Arias, Miguel Balestrini, Osvaldo Borda, Eduardo Camaño, Carlos Branda, Leonor Alarcia, José Luis Castillo, Federico Clerici, José Manuel Corchuelo Blasco, Francisco de Durañona y Vedia, los hoy gobernadores Eduardo Fellner y José Luis Gioja, Octavio Frigerio, Juan González Gaviola, Oscar Lamberto, Dámaso Larraburu, Marcelo López Arias, el juez de la Corte Suprema Juan Carlos Manuda, Jorge Matzkin, Lorenzo Pepe, Carlos Ruckauf, el fallecido gobernador Carlos Soria, Miguel Angel Toma y Eduardo Varela Cid. Felipe Solá

El hoy secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli no sólo fue otro de los que votó a favor, sino que fue el miembro informante del oficialismo. Inició su discurso diciendo: “Con 130 señores diputados aquí presentes hemos comenzado el tratamiento de este importante proyecto de ley de transformación del Estado nacional. Hemos dado a la Argentina, a todos nuestros compatriotas, el ejemplo de que el Parlamento funciona, que es posible gobernar en democracia, que las minorías se expresen y, lo que es fundamental, que es posible que la mayoría, por el voto legítimo de todo el pueblo argentino, puede gobernar y por lo menos comenzar el tratamiento de este proyecto”.

Parrilli habló en su discurso de “la transformación de YPF y la transferencia de los recursos naturales a las provincias” y usó una anécdota para ilustrar la sensación que lo acompañaba tanto a él como otros compañeros de bloque. “Nos preguntábamos si estábamos traicionando nuestras banderas, si nos habíamos olvidado de dónde proveníamos y si no sentíamos vergüenza por nuestra historia, por nuestros muertos y por todo lo que significa el peronismo en la historia de la República. Al respecto, un amigo, ex diputado nacional, me transmitió la respuesta a todos esos interrogantes. Decía que había visto un afiche en el que una mona aparecía con su monita, a la que le decía que tenía las cien respuestas a sus cien preguntas, pero le pedía que no se las cambiara; ésta es la sensación que tenemos los peronistas”.

“Digo esto porque cuando el doctor Menem asumió la presidencia de la Nación en 1989 nos cambiaron las preguntas, los instrumentos y las acciones con las que contaba el peronismo para dar respuesta a un Gobierno nacional y popular, tal como lo hicimos en las décadas del 40 y del 50. Por ello debo señalar con sinceridad y profunda convicción que no venimos a esta sesión arrepentidos de lo que fuimos, no sentimos vergüenza de lo que somos y tampoco venimos a pedir disculpas por lo que estamos haciendo”, expresó Parrilli.

Votaron en contra de la privatización Andrés Fescina, Pedro Octavio Figueroa, Alberto Germanó, Carlos Gómez Centurión, Alberto González, Aníbal Ardí, Julio Ibarreche, Alberto Natale, Raúl Topa y Mario Verdú.

Los radicales se levantaron y retiraron a la hora de votar. Entre ellos estaban el ex gobernador Alejandro Armendáriz, Raúl Baglini, Juan Pablo Baylac, Jorge Benedetti, Noel Breard, Fernando de la Rúa, Gabriela González Gass, Leopoldo Moreau, Conrado Storani y Jorge Vanossi.

Tampoco estuvieron a la hora de votar Chacho Alvarez y Juan Pablo Cafiero, ni Luis Zamora. Ausentes con licencia figuraban Rafael Martínez Raymonda, Germán Abdala, Guillermo Estévez Boero e Irma Roy, entre otros.

Al fundamentar la actitud de la UCR, que dejó el recinto antes de votar, Raúl Baglini explicó que lo hacían “con el convencimiento de que es la mejor defensa de los intereses del conjunto de los argentinos, que a nuestro criterio podemos poner en práctica, porque para nosotros ésta no es una privatización más. En otras privatizaciones podemos discutir la forma y el fondo; podemos discutir si debe haber o no participación del capital privado en determinadas actividades (…), pero lo que tenemos que discutir aquí es una decisión política. La que no compartimos ni nunca vamos a compartir es una decisión política que tras de este rótulo de privatización de YPF está significando el retiro del Estado del sector energético”.

Tras la retirada masiva de legisladores previa a la votación, el jefe de la bancada peronista, Jorge Matzkin le solicitó al presidente del Cuerpo, Alberto Pierri que “se cerciore de que haya suficiente cantidad de cortinas disponibles para que los señores diputados puedan observar detrás de ellas”. Desde otra banca del mismo bloque, Ovidio Calleja gritó un: “¡Huyen como en el 89!”, que quedaría escrito en la versión taquigráfica.
fuente: el parlamentario
19 de abril 2012

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