No se aborta la esperanza

Convengamos que ayer fue un día verdaderamente agotador. He dejado descansar los sentidos para  mostrar una indignación más pensante y con un contenido más profundo. Si bien las consignas de quienes apoyamos las dos vidas, han sido lúcidas, coherentes, científicas, confesionales, tambien es cierto que hemos recibido tanta violencia y agresión de las abortistas que realmente fue una batalla. Una batalla que no ha terminado. No solo porque falta la votación del senado, sino porque esto ha sido el inicio de lo que nos espera a quienes deseamos lo mejor por nuestra patria. Basado en el respeto fundamentalmente a la vida a la justicia y a la libertad. No es esto un slogan. Son valores. Principios morales. Y que fueron fundacionales en la creación de nuestra Nación Argentina y nuestra Constitución Nacional. Estamos perforados por políticas de debilitamiento de estos valores, tanto externos, como internos, de aquellos que sirven por monedas a quienes buscan nuestra destrucción como pais. Pero la historia a Dios gracia, no se detiene. Y pisotea a quienes no respetan la sangre de nuestros héroes y mártires. Y no hablo de la última dictadura, sino de la historia desde siempre. Es común que se impida el pensamiento y la confrontación, con la utilización del los encasillamientos, para sellar los pensamientos que se oponen y las voces opositoras. No hablamos de quienes han tenido el honor de llegar a presidir nuestro pais. Ha habido de todo, pero cada uno que se sirvió de su pueblo para esquilmarlo, enrrostrarlo en su honor y sus valores, lo juzgará la historia. Y la historia se nutre de las nuevas generaciones cuando estos ya no estén. El poder que los hace sentir la inmortalidad e impunidad cuando lo ejercen, tarde o temprano se enfrentará con la justicia divina y el escarnio, como lo vimos a traves de nuestra historia. Seguramante que no es la sangre de nuestros hermanos, ni más aún, la de los más pequeñitos, la que los hará reflexionar, porque ellos se han alimentado de la sangre y el sudor de los pueblos, cada vez que han podido. Un día de luto. De profundo dolor. Han pretendido con esto robarnos la esperanza. Pegarnos en el lugar que más nos duele, en los hijitos de la patria. En la inocencia. En los más débiles. En la carne de niños indefensos. Desconociendo que ellos tambien tienen alma.
Y que el alma de ellos no muere, sino que inicia un camino de sombra detrás de la madre que los mató. Sigue a su madre hasta la eternidad. De esto no podrán escapar ni esta vida, ni en la otra. Señor, ten misericordia. Ilumina las conciencias de tantos que te han abandonado. Porque no se trata más que de eso. Una nación que se aparta de Dios, pierde el rumbo.

Cuando una frase, que quedó en nuestra historia, nos decía: ..."cuando no está ni muerto ni vivo es un desaparecido", justamente a ese pensamiento intentan remitirnos, pretenden sellar en el inconciente colectivo, que  estos nuevos bebes, también llevarán ese estigma de "desaparecidos". Detrás, el enriquecimiento de muchos demonios que se alimentan de sangre. A.P.